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Cosplay "legendario"de alguno de los mayores héroes de la viñeta que levantan pasiones a todas las edades. |
Es una maniobra muy interesante de abordar el
fenómeno de películas basadas en un cómic o en héroes creados expresamente para
la ocasión. El género se caracteriza por unos rasgos muy característicos, en
general, se nos habla de un personaje normal que de un modo u otro adquiere
unos grandes poderes que lo convierten en único y capaz de defender mejor que
nunca sus ideales. Normalmente, se le contrapone algún villano cuya ideología
es justo la contrapuesta con éste estableciendo así una rivalidad expresa.
Normalmente la estructura consta de: una
introducción y presentación de los poderes hacia el personaje, en ocasiones,
una subtrama romántica y generalmente el enfrentamiento de recibo a su némesis
en el que el héroe que representa los grandes ideales del bien, la justicia y
el sacrificio –por ejemplo- derrota al villano que supone justo lo contrario.
Pese a su paso por televisión, el verdadero boom
no comenzó hasta la llegada de “Superman” de Donnen. Este esquema fue
resucitado por la Marvel con “Spider-man” que nos muestra el género a su nivel más sencillo.
Si por algo se caracterizan los personajes de la Marvel es por “adaptar”, por
decirlo de alguna manera, personajes clásicos de la literatura u otras
manifestaciones y convertirlos a la esencia pop del cómic (y que ahora invaden
nuestras pantallas). Hulk y su Bruce Banner es en buena medida una adaptación
libérrima del “Jekyll y Hide” de Stevenson; el Ojo de Halcón sería una suerte
de Robin Hood; Thor no es más que una “marciana”
interpretación de la mitología nórdica… Otros surgen de una situación social a
la que se alude de manera análoga, Luke Cage representa el espíritu de los
oprimidos de color de la sociedad estadounidense y los X-men –que gracias a la inclusión
de efectos digitales creó escuela y es en gran medida la madre de las cintas de
género actuales- muestran a todos los
discriminados en un solo conjunto (los mutantes son seres diferentes que buscan
la igualdad, esto en los sesenta son “negros”, “mujeres” o “gays”) De hecho, es
sabido, la especial implicación del director y un miembro del reparto –lo que
quizás hizo que fueran mejores películas- al ser su homosexualidad manifiesta
convirtiendo la película en un alegato –que aúna brillantemente mensaje y
espectáculo- de igualdad. Otros como Daredevil representan la justicia aunque -valga
la redundancia- la cinta no fue muy “justa”
con el tratamiento del personaje.
A un segundo nivel nos encotraríamos el primer “Batman”
de Burton (la estética combinando el goticismo con la decadencia industrial) o “El
caballero oscuro” de Nolan (todo lo contrario, una mezconlanza de géneros
cuasikistch que representaba el terror de una nación) cintas que abordan con
algo más de profundidad los esquemas anteriores. Seguidamente nos encontramos
con cómics atípicos como Ghost Town, Scott Pilgrim (ambas sobre el paso de la
adolescencia a la madurez y con muchos elementos cómicos) o American Splendor
(con una interesantísima visión de un autor y su interacción con su pareja y
medios, encarnado por un genial Giamatti para este biopic que se alejaba del cómic de base). Más cercana a público
únicamente adulto –en teoría- podríamos encontrar otro acercamiento como en “Sin
City” (una suerte de “Pulp Fiction” “romántica”),”Oldboy” (la rotunda pero imperfecta
adaptación de un manga donde las formas combinaban thriller, utraviolencia y
artes marciales para convertirse en una tragedia griega) o “El protegido” (que
fue una de las primeras cintas tipo cómic que no se basaban en ninguno, más
allá de sus resultados).
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Reacción de Bacon y Rooker, no sé si al género o a la imagen de cabezera. |
Con el paso de los años, el estilo Cómic/superhéroes
se ha ido extendiendo en el mundo del cine, de manera que no hay necesidad de
adaptar ninguno sino que se puede crear. Cintas como “Los increíbles” o “Una
historia de violencia” recuerdan muchísimo a las viñetas en sus distintas
manifestaciones.
El problema
es el excesivo número de producciones que, para colmo van en aumento, nos
llegan hoy en día. Llegando a la ridiculez de que un mismo actor cuente con
varios superhéroes que encarnar o la incesante cantidad de innecesarios reboots (“Spiderman”) o horripilantes spin-offs (“Lobezno”) o sagas
interminables que no aportan nada a un género per se bastante simplón, por lo general. El éxito económico de
estas superproducciones supone la pervivencia de este tipo de cine por bastante
tiempo. Quizás, este movimiento recuerde al Western
en cuanto a su explotación y los contrastes de calidad entre las cintas. Quedan
muchos años para demostrar si el movimiento es igual de satisfactorio y si se
consigue realmente el nivel de las cumbres –ahora, generalmente, muy muy lejano-
de aquel género. Ciertamente una cinta de superhéroes o de cómic (no siempre
coinciden) siempre va a ser -o debería ser- una evasión con gran sentido del
espectáculo y formalmente muy cuidadas, más allá de las cuestiones de fondo.
Basta de generalizar, vamos a analizar dos obras tan recientes como dispares.
Los Vengadores.
Josh Whedon- 2012.
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El "sueño húmedo" de muchos es una genial evasión que se corona como un gran representante del mejor tipo de no-cine. |
Tras muchos años de planificación y muchas entregas preparatorias
(prácticamente imposible de entender sin un croquis) este crossover ha sido uno de los mayores Blockbusters de 2012. El guión
gira entorno a un grupo de superhéroes que “forzosamente” se reúnen para recuperar
un artefacto extraterrestre robado por el hermano de uno de éstos. A través de Nick
Fury (Samuel L Jackson), el agente Coulson y Maria Hill (interesante cambio de
tercio pese a lo plano del personaje que ha llevado a cabo Cobie Smulders) se
nos atan los diversos superhéroes, en una introducción de casi 1 hora. Comenzando
por Hawkeye (Jeremy Renner) y Víbora negra (Scarlett Johanson), los únicos que
no tienen su propia saga y funcionan dentro de un solo arco argumental (para
colmo, el menos aprovechado y más convencional); el otro problema de estos
personajes es su aspecto,más creíble y realista, que no encaja tan bien como los
otros: Iron-Man ( Un Robert Downey con menos encanto que antes y ,sobretodo, “encasillado”), Hulk ( con un gran Mark Rufallo,
en la mejor representación del personaje y una gran dualidad –actor, cgi;
hombre, monstruo; interprete, espectáculo-), Capitán América (encarnado por Chris
Evans, desaprovechado por el carácter coral de la cinta) y Finalmente Thor (Hemsworth
tiene potencia física y su texto pseudoshekeasperianos que le impuso Brannagth
no es suficiente como para no ser lo peor de la cinta, ni siquiera su
importante –en la narración- duelo fratricida).
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Los superhéroes pegando la hebra by Walt Disney. |
Whedon
(convierte el blockbuster en una cinta muy suya) combina 3 grandes set-pices (Instalación inicial,
S.H.I.E.L.D y Nueva York), los efectos especiales y los diálogos entre los
personajes. Mientras que los dos primeros son increíbles (gran combinación
entre cromas y realidad –a veces indisitnguibles-), los últimos me han
decepcionado. En los diálogos se aúna la progresión narrativa con la relación
entre los personajes (con un humor DEMASIADO simplón, casi slapstick del malo o pequeñas puyas entre los personajes demasiado forzadas).
Aún así, es un gran entretenimiento para casi todos los públicos (algo así como
“Los Mercenarios” para todos y mucho mejor llevada); el problema es las pocas
cuestiones de fondo que hay –casi todas bajo el Capitán America o Fury con
alusiones al nazismo, las dictaduras y
la importancia de entretener y evadir en una época de crisis como la actual o
los males menores- aquí el drama casi siempre tiene un tono camp y las confrontaciones nunca adquieren
gran profundidad (el villano y el enfrentamiento final está trilladísimo y todo
es muy plano) anulando la tensión que precede el espectáculo emblandeciendo la
cinta y desmejorándola. Se nota que la licencia Marvel está ahora bajo la Walt
Disney, lo cual, ha devenido en una grandisíma evasión pero sin un solo ápice
de arte. Whedon ayuda utilizando buena parte la estructura de su Firefly (algún
diálogo de Iron-man parece que ya lo ha dicho Nathan Fillion) o Buffy (a veces,
parece que estas viendo la primera temporada de una serie en pantalla grande
dado la estructura de la cinta), además que su tratamiento fotográfico del
color es muy de cómic: colorido y saturado; lo cual se agradece tras las
últimas grandes producciones del género. Es una película muy desenfadada y que
no requiere –pese a lo que los productores dijeran- ver las entregas
anteriores, eso sí, que nadie espere conflictos mínimanente trascendentes, ya que, tan sólo se esboza la
necesidad de la cooperación, lealtad y camaradería de un grupo heterogéneo para
enfrentarse a un mal común. Es pues, lo contrario que Batman, el cual utilizaba
el espectáculo como excusa para plantear un guión profundo y trascendente (pese
a lo floja de la última entrega). Del exceso de supuesta profundidad de Batman,
que en parte de cintas se comparte, salió la “parodia” de la que vamos hablar
ahora.
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El espectáculo esta garantizado ante tal reparto y efectos CGI, pero cuidado, puede ser levemente indigesto. |
Super.
James Gunn-2011
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¡Verla como podáis, pero verla de una vez! |
Cinta independiente americana del año pasado
inexplicablemente pendiente de estreno en nuestros lares. No se basa en ningún
cómic y fue tapada por la inferior Kick-ass, con la que tenía una premisa muy
similar pero se desarrollaba aquí de manera muy distinta.
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"¡Shut up crime!" el "bienpensante" con derecho a ser juez , jurado y verdugo. |
Tras la huída de su
mujer (Liv Tylor riéndose de la imagen que había dado hasta ahora) el futuro
Crimson Bolt (Rainn Wilson, haciendo una variación de su personaje de The
Office) decide recuperar a su mujer de un líder narcotraficante (Kevin Bacon se
ríe aquí de su papel alimenticio, en la superpop y completamente sobrevalorada –pese
a ser loable-, “X-men first class”). La revelación del Héroe se la debemos a
Nathan Fillion, en un personaje tan satírico como divertido, y el desarrollo de
éste se ve ayudado de una Ellen Page que roba todas las escenas en las que aparece.
La película analiza de manera realista el personaje del superhéroe desde el
punto de vista de sus dudas e implicaciones morales; al rídiculo grito de: “cállate
crimen” Rainn Wilson remendado con un traje rojo parcheado y una llave inglesa a
juego reparte a siniestro entre los criminales. Uno de los aciertos es mostrar
a los criminales desde una manera humana y menos simplona que los referentes
convirtiendo al héroe en un absoluto descerebrado. Sorprende dado el carácter indie como Gunn cuenta con un gran
elenco y buenas formas. Pese a que la parodia es siempre descacharrante, el
devenir de la película es a peor, siendo el último tercio excesivo, que convierte la parodia en un mensaje con ínfulas trascendentales -sátira social relativamente acertada- que rompe
el clima y se acerca al objeto de su crítica (una pena porque bien llevado
hubiera sido una cinta imprescindible, incluso este mismo giro). Pese a su
crudeza y nivel de violencia, además de sus imperdonables errores, me parece
una cinta imprescindible para los fans del género y sobretodo una crítica necesaria.
Gunn acaba de firmar con Disney la adaptación de algo así como “Los guerreros
de la Galaxia”, un cómic de la Marvel con varios personajes extravagantes, puede que sea el futuro contrapunto que el
género necesita.
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Preparación para el gran asalto vísceras y ultraviolencia para una crítica más inteligente de lo que parece. |
¡Joder, como me alegro de que alguien reivindique a Super! (dentro de sus limitaciones). Para mí tambien está muy por encima de Kick-Ass, sobretodo cuando ahonda en su vertiente autoparódica.
ResponderEliminarY sí, Ellen Page en Super es la definición gráfica del término "robaescenas".